En alguna pared secreta del patio
Corrimos como niños a escondernos en tu rincón secreto y abriste la caja de zapatos llena de retales de la infancia hechos tesoro. Ahí estaba esa cáscara de nuez hecha llavero oxidado que luego me regalaste.
No te diije nada, no hizo falta, sólo corrí a llevarla a mi caja de zapatos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dispara tu disparate